¿Por qué las escaleras? ¿por qué las escaleras en los conjuntos monásticos? tal vez todo se reduce a intentar transmitir textualmente la experiencia de recorrer cualquiera de las escaleras de nuestros monasterios. Sin embargo, no resulta tarea fácil. La fotografía ofrece uno de los medios más aproximados para mostrar la gran amplitud de sus cajas, la altura de sus bóvedas, lo desahogado de sus peldaños o el juego de luces creado por las abocinadas aberturas a través de las que la luz se filtra con diferentes matices a cada hora del día. Pero para mostrar el silencio, el susurro de los pasos al deambular a lo largo de sus peldaños, el frío que se desprende de sus muros de cantería, consignar «los aspectos no táctiles de la arquitectura»,[1] solo se puede recurrir a la experiencia personal, aquella que aportará las notas necesarias para saber valorarlas en su justa medida, para reconocerlas como las obras geniales de unos maestros constructores que, en...