Cristales para magia, remedio, belleza y confort Las primeras referencias históricas sobre el uso de cristales, es decir, de materia ordenada y llamativa por su aspecto, provienen del cuarto milenio a.C., de los antiguos sumerios, pues parece probado que estos pueblos los usaban en fórmulas mágicas, quizá inducidos por sus colores y peculiares formas externas (figura 2.1). Los cristales tuvieron (y tienen) cierto uso en la medicina tradicional china, hecho que parece remontarse al menos a 5.000 años. Los antiguos egipcios hicieron también un uso muy extendido de minerales cristalizados: el lapislázuli, la turquesa, el rubí, la esmeralda y el cuarzo transparente como joyas, algunas piedras con fines protectores y garantía de salud, y algunos cristales reducidos a polvo con fines cosméticos, como la galena y la malaquita para sombra de ojos.