Despedida de Luis XVI a su familia; óleo de J. J. Hauser. Museo Carnavalet. París.Bajo Luis XVI, en vísperas ya de la Revolución, el conde d'Aginvilliers empieza a preocuparse del desarrollo sistemático de las colecciones reales, y sueña ya con ver la Grande Galerie del Louvre convertida en pinacoteca. Los mejores Rembrandt del Louvre, en particular, fueron adquisiciones gestionadas por d'Aginvilliers. Como también el primer Murillo de las colecciones reales francesas. Los historiadores del ente siguen sin comprender el absoluto descuido de los reyes de Francia en lo tocante a la pintura española. Contemporáneo de Velázquez, Luis XIV era, además, hijo de una española, Ana de Austria, sin que ninguna de estas circunstancias resultara suficiente para despertar en él o en sus ministros el interés por la gran pintura española de la época. La invasión napoleónica compensará, y con creces, este olvido. Apenas instalado en Madrid, José I Bonaparte se aplica a cumplir una...